Asociación para el estudio de temas grupales, psicosociales e institucionales

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C. Fumagalli: Grupo y transferencia en Enrique Pichon-Rivière


 

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Grupo y transferencia en Enrique Pichon-Rivière

Carlos A. Fumagalli  


El objetivo de este  trabajo es  profundizar en el artículo "Transferencia y contratransferencia en la situación grupal" escrito por E. Pichon-Rivière con la colaboración de Ana P. de Quiroga en 1970. Para tal fin se incluirán algunas puntualizaciones a la luz de conceptos extraídos de distintos trabajos correspondientes a otros momentos de su obra. También se establecerán relaciones y comparaciones  con otros autores, en particular  H. Ezriel y J. Rickman que son citados en el artículo y se incluirá un enfoque sobre los fenómenos transferenciales en el encuadre y técnica del grupo operativo como grupos centrados en la tarea.
Ante todo es necesario señalar que según lo expuesto en el citado artículo, E. Pichon-Rivière participaría  del criterio que considera que la transferencia no es exclusiva de la situación analítica  manifestándose también en otros ámbitos, distinguiendo entre fenómenos transferenciales y su  conceptualización e implementación técnica, considerando tanto el contexto como el encuadre en que se producen. A la vez  mantiene  la resistencia y la repetición como características  esenciales de la transferencia, relacionando estos conceptos  al obstáculo, la resistencia al cambio  y  el estereotipo como conducta reproductiva.
Con relación a los grupos operativos como grupos centrados en la tarea, es conveniente  tener presente que E. Pichon-Rivière  planteaba el carácter diferencial de los mismos a partir de  una posible clasificación de los grupos en función de la técnica y orientación de la interpretación,  refiriéndose a grupos centrados en los individuos, “algunos de los grupos psicoanalíticos o de terapia”  y a “grupos centrados en el grupo”, inspirados en ideas de K. Lewin en las que el grupo es considerado como una totalidad.

Transferencia y grupo interno

También y como punto a destacar corresponde decir que la propuesta sobre la transferencia en la situación grupal la desarrolla a partir de la idea de una dramática interna que tiene una dimensión inconsciente, del mundo interno configurado como un escenario, del argumento que organiza el grupo interno del sujeto, concepto central y antecedente fundante de la psicología social.  Es por esto que  al referirnos a la transferencia en grupo puede decirse  que los sujetos intentan  poner en escena su dramática interna, su argumento interno,  produciéndose un encubrimiento  de las personas reales presentes en el grupo actual  por "personajes" que remiten a la historia del sujeto.
La indagación del grupo interno y su confrontación con el grupo externo, en su carácter dialéctico o dilemático es un referente básico en el pensamiento de E. Pichon-Rivière;  grupo interno que tiene su fuente y origen en el grupo  familiar, el  que cumple una función de modelo - inicialmente el sujeto  internaliza  “representantes” de su situación  triangular básica, la  que regiría la orientación de las futuras internalizaciones - con un progresivo desarrollo y complejización a partir de  posteriores experiencias.
Es con el antecedente de haber caracterizado el mundo interno como grupo interno, como estructura dinámica con una permanente movilización de objetos, de vínculos, de experiencias internalizadas con connotación afectiva y simbólica, que explica  a la transferencia  como "proceso de adjudicación de roles inscriptos en el mundo interno de cada sujeto".
En el marco de esta perspectiva la comprensión de los fenómenos transferenciales en la situación grupal requiere  incluir como idea complementaria las características dramáticas que tiene el grupo, en tanto personas en interacción compartiendo un tiempo y un espacio. E. Pichon-Rivière sostiene  en el artículo citado:

"La estructura interaccional del grupo no solo permite sino que estimula la emergencia de fantasías inconscientes. A esto nos hemos referido cuando hablamos del modelo dramático. La fantasía inconsciente, crónica del acontecer intrasubjetivo del grupo interno del sujeto, el grupo interno de cada integrante y el grupo externo poseen un común denominador: la estructura dramática.  Por drama  entendemos la acción que relaciona personas por medio de la comunicación, siendo el rol el instrumento del encuentro, que determinará formas de interacción y que excluirá otras".

Es así como la situación grupal tiene para los sujetos las características de una puesta en escena, cumpliendo el grupo la función de espacio transicional  en el que el sujeto tiende a dramatizar sus argumentos internos; espacio grupal en que las escenas grupales que se despliegan, de las que el sujeto  es "coautor", son a su vez convocantes de escenas, de personajes internos y de niveles arcaicos del psiquismo. Las escenas internas connotadas por una dramática significativa para el sujeto, al ser proyectadas son generadoras de  fenómenos transferenciales.

E. Pichon-Rivière, H. Ezriel,  J. Rickman

En "Transferencia y contratransferencia en la situación grupal" incorpora a su propuesta algunas conclusiones de H. Ezriel sobre la transferencia en grupos. Este autor afirma que los residuos de conflictos infantiles no resueltos constituyen fantasías inconscientes sobre las relaciones del individuo con sus objetos. Son estas fantasías las que determinan las tentativas del individuo para establecer una clase de relación específica entre sí mismo y los objetos del mundo exterior. En un grupo, los miembros proyectan   sobre los otros su objeto fantasmático y tratan de hacerlo conforme a su propio deseo. Si hay concordancia en lo proyectado cada miembro desempeñará un rol y se advertirá una "tensión común" que Ezriel denomina "común denominador" de las fantasías inconscientes.
Para  Ezriel la transferencia del sujeto en un grupo es una resultante de la actitud  frente al "común denominador" grupal respecto a la cual asume diferentes roles, poniendo en escena conflictos no resueltos. La transferencia Ezriel no la considera exclusivamente como una relación con la figura del coordinador, sino que se establece respecto de un "común denominador" en cuya formación participan todos los integrantes. Para este autor serían las diferentes experiencias individuales frente a la situación edípica la razón determinante de los distintos roles asumidos y adjudicados. 
E. Pichon-Rivière incorpora ideas de Ezriel con coincidencias respecto a lo disposicional de la transferencia como conflicto inconsciente que da lugar a su expresión dramática, pero las refuncionaliza y redefine a partir de conceptos propios: el concepto de   portavoz  y la articulación de lo vertical y lo horizontal , nociones fundamentales en la comprensión del acontecer grupal que tienen por antecedente su indagación de la dinámica del grupo familiar, relacionados a la vez a la teoría del emergente. A diferencia de Ezriel puede pensarse que en E. Pichon-Rivière el interjuego de asunción y adjudicación de roles, como serie de encajes recíprocos, remite  tanto a la historia previa del  sujeto como a la historia grupal que están compartiendo y a la dinámica de las depositaciones.
También  establece su propia  perspectiva al tratar lo histórico en el grupo. Introduce para esto el punto de vista de J. Rickman, quien fue uno de los primeros analistas  en interrogarse sobre la transferencia en grupos.
Para Rickman existían diferencias entre lo que denominó una psicología unipersonal, bipersonal, tripersonal y multipersonal. La psicología multipersonal corresponde al plano del grupo y su conceptualización requiere de la comprensión de las "fuerzas psicológicas" que operan cuando varios individuos están reunidos. Para este autor una de las diferencias entre la situación analítica individual y grupal resultaba de  considerar la infancia que tiene todo sujeto por haber pasado por una etapa de inmadurez y dependencia, circunstancias que permitirían comprender la transferencia en un sentido cronológico e histórico como reminiscencia  de situaciones infantiles que se reactualizan en la relación analítica.
Si los grupos, como dice Rickman, carecen de una historia en términos de infancia, de alternativas de desarrollo, es válido plantearse como cuestión pertinente a la transferencia, qué ocurre en los grupos desde el punto de vista histórico: "¿cuál es la historia de un grupo? ¿qué es lo arcaico en el grupo?”  como lo  hace E. Pichon-Rivière.
En otros términos: ¿qué ocurre en los grupos en tanto estos no tienen una única historia infantil en el análisis de la transferencia?, ¿es válido hablar de una transferencia grupal?, ¿cómo se interpreta la transferencia?
La problemática epistemológica que surge de la relación sujeto-grupo en el campo de la transferencia E. Pichon-Rivière propone resolverla desde el análisis de la relación dialéctica individuo-grupo,  “por una tarea arqueológica, por la reconstrucción de una  prehistoria  grupal configurada  por las fantasías básicas de los sujetos".
El interés por problemas epistemológicos propios de la grupalidad ha estado significativamente presente en  su pensamiento. En 1963 al concluir el Prólogo del libro de  F.K.Taylor "Un análisis de la Psicoterapia Grupal" decía:
“Evidentemente, una tarea nos hace falta realizar: la ubicación ideológica de los distintos esquemas referenciales empleados. La acusación de "artificialismo"  a veces parece bien fundada, lo mismo que la de cierta "mistificación”. F. Bourricaud escribe a propósito de esto: ”El estudio de los pequeños grupos sin pasado, sin localización territorial precisa, resulta peligroso cuando sólo hace uso de mecanismos psicológicos superficiales y pone de manifiesto los estereotipos, dejando escapar la profundidad espacial, el espesor temporal de la realidad social"”.

Objetos transferenciales

Para E. Pichon-Rivière el campo grupal se caracteriza por "transferencias múltiples", es decir por  la presencia de múltiples objetos transferenciales. Encontramos aquí un enfoque que tiene semejanzas con el propuesto por  A. Bejerano, quien plantea  cuatro tipos de objetos transferenciales, tres interiores al grupo: a) transferencia central: el coordinador; b) transferencias laterales: los otros participantes; c) el grupo como tal, y d) un objeto exterior al grupo: el mundo exterior.

  “Las fantasías transferenciales emergen tanto en relación con los integrantes del grupo como en relación con la tarea y el contexto en el que se desarrolla la operación grupal"
 (E. Pichon-Rivière. Transferencia y contratransferencia en la situación grupal)

"Frente a esta tarea o frente al grupo como totalidad los integrantes experimentan ciertos signos de fantasías inconscientes que en ese momentos son compartidas"
 (E. Pichon-Rivière. El concepto de portavoz)

Transferencia, aprendizaje y tarea

E. Pichon-Rivière establece una significativa relación entre transferencia y aprendizaje. Aprendizaje como apropiación de la realidad para modificarse y modificarla, en un sujeto que requiere reconocerse como temporal en un aquí-ahora en relación con su pasado, a la vez que con un proyecto que lo incluye existencialmente con un saber previo que puede impedir el cambio.

En el texto que nos ocupa teniendo presente la negación del tiempo y el espacio como características propias de los fenómenos transferenciales afirma que  lo negado sería la “organización significativa  de objetos o estructura referencial” de los sujetos. La modificación de  esta  estructura es generadora de ansiedad y fantasías de destrucción, lo cual llevaría a recurrir a la “función reproductora e inmovilizadora del estereotipo”.

“El conocimiento como situación nueva implica la exigencia de una adaptación activa a la realidad, es decir una reestructuración de los vínculos del sujeto”. 

“La transferencia debe ser entendida como la manifestación de sentimientos inconscientes que apuntan a la reproducción estereotipada de situaciones, características de la adaptación pasiva”.

Al concluir el artículo E. Pichon-Rivière considerará algunos aspectos que hacen a la técnica de grupos operativos caracterizándola por su carácter direccional, la instrumentación de la situación grupal, la regulación de la acción a fin de hacerla eficaz y la organización de los elementos del campo,  con la siguiente aclaración respecto al manejo técnico de la transferencia.

 "El abordaje de los procesos transferenciales que tiñen la interacción grupal deber tener en cuenta esa relación básica: grupo-tarea”.

Tarea y transferencia como hipótesis de trabajo

Con el antecedente de los conceptos expuestos, que entre otros forman parte del esquema referencial del coordinador de un grupo operativo, un posible enfoque en el abordaje y comprensión  de los fenómenos transferenciales en el marco de la relación grupo-tarea, es partir como hipótesis de trabajo del criterio de que la tarea se realiza en transferencia.
En esta perspectiva la tarea grupal como  objetivo y finalidad  puede pensarse en términos de representación-fin  estructuralmente relacionada con los procesos transferenciales, entre los que se destaca especialmente la representación que los sujetos tienen del grupo, de la tarea a realizar y del coordinador.
Entre las significaciones propias a los fenómenos transferenciales cabe señalar la de manifestarse como un tipo de obstáculo con incidencia en el proceso de interacción que condicione el desarrollo de la realización grupal de la tarea, presentándose como un estado de inhibición frente a  la tarea, inhibición en el proceso de aprendizaje, como resistencia (resistencia al cambio) dando lugar al estereotipo, desdibujándose así el objetivo explícito a la vez que referente y valor permanente del encuadre, pasando entonces la realización de la tarea a ser posibilidad de una singular experiencia de aprendizaje.
A nivel latente son los contenidos reprimidos o disociados los que otorgarían significación a los distintos objetos transferenciales: grupo, integrantes, contexto, coordinador y a la misma tarea . La indagación de este nivel por parte del coordinador es el que posibilita comprender la evolución y articulación de determinados "componentes emocionales" que se generan durante el proceso grupal y que pueden ser evaluados según el grado de integración o escisión.

Desde un punto de vista teórico-técnico la relación grupo, coordinador, tarea ha tenido múltiples y significativos  desarrollos. En función del tema que nos ocupa resulta interesante recordar la propuesta que hizo Ernesto C. Liendo,  al señalar que "cada emergente  grupal está sometido a cinco presiones estructurales: la estructura individual, la estructura grupal, el coordinador, la tarea y la institución a la que el grupo pertenece".
La estructura grupal incluye al coordinador y pone en evidencia situacionalmente el vínculo transferencial (transferencia central) resultante  del momento que está atravesando el grupo frente a la tarea manifiesta: momento paranoide, depresivo o confusional, adquiriendo entonces el vínculo transferencial el carácter de transferencia instrumental  -en esta circunstancia el coordinador pasa a ser depositario de la tarea del grupo - basada  en la disociación,  la depositación de ansiedades y la adjudicación de rol. Este autor relaciona, aunque no los considera equivalentes, las vicisitudes del vínculo idealizado o persecutorio a los supuestos básicos de dependencia y ataque y fuga de W. Bion,  y reflexiona sobre la contratansferencia señalando  la posibilidad que por contraidentificación el coordinador no comprenda el acontecer latente de la estructura grupo-coordinador-tarea.
 
Este desarrollo ha estado orientado a subrayar especialmente cómo el obstáculo en su significación transferencial puede ser comprendido como un "producto de la realización misma de la tarea" constituyéndose en un vértice de lectura que considere los fenómenos transferenciales en la situación grupal, entre los que se pueden incluir los supuestos básicos de Bion como fenómenos idiosincráticos de grupo, enmarcados en la representación que tienen los sujetos de la tarea a realizar.


Otras referencias sobre  la transferencia en E. Pichon-Rivière
 
Como antecedentes de su propuesta podemos considerar "Teoría del Vínculo" donde se refirió a la transferencia como un vínculo interno que es "ficticio" en tanto el analista tiene las características de una figura anterior, en otros términos, reviviendo el analizado a través del analista el vínculo con los primeros objetos. Lo característico de la transferencia sería entonces un interjuego entre el pasado y el presente, la reedición de una modalidad de relación, un revivir sin recordar. La transferencia puede ser caracterizada así como "reedición de modelos de vínculos inscriptos en el mundo interno" o "como modelos de relación vigentes en el mundo interno".

"No existen relaciones impersonales ya que el vínculo de dos se establece siempre en función de otros vínculos históricamente condicionados en el sujeto y que acumulados en él, constituyen lo que llamamos el inconsciente.... Entonces, cuando deposita sobre otro sujeto mediante el mecanismo de desplazamiento o de proyección un determinado objeto interno, establece  con él un vínculo ficticio, como lo es por ejemplo el vínculo transferencial, donde el analista llega a tener las características de una figura anterior y tiene operancia en el tratamiento justamente por eso: porque  a través de la transferencia se puede revivir el vínculo primitivo que el paciente tiene con sujetos primarios, de su primera época de vida. De esa manera se puede rectificar la naturaleza de esas imágenes y hacer el aprendizaje de la realidad, el aprendizaje en sentido general". (Teoría del vínculo. Nueva Visión. Bs.As. 1985 Cap. III pag. 49).
 
En "Teoría del vínculo" también se refiere al análisis de los contenidos latentes  que están en relación con los vínculos racionales en un proceso dialéctico "en términos  de espiral" y al proceso de  regresión transferencial:

 "Un vínculo racional con alguien siempre incluye una situación latente, podemos decir irracional; entonces ese vínculo irracional es lo que se volverá racional durante el proceso de análisis"  ( Op. Cit... pag.58).
 
 "Durante el mecanismo de la regresión se hace más superficial lo profundo. Es una actualización de estratos profundos que se vuelven operantes a través de un pattern de conducta que se reactiva"
 ( Op.Cit. pag. 59).

 "... hacer una regresión y repetir en la transferencia una pauta de conducta anterior, revivir    una situación histórica determinada, rectificarla en el contexto de la situación psicoanalítica actual y aprender de nuevo como si hiciera un reaprendizaje de lo que vive" ( Op.Cit. pag.59)

En una "Nueva problemática para la psiquiatría" (1967) en el desarrollo de su teoría de la enfermedad única explica el proceso regresional como reactivación de una estructura por un factor actual haciendo referencia al factor disposicional como “el lugar al que se vuelve en el proceso regresivo a fin de instrumentarse como sucedió en el momento disposicional”.

“La funcionalidad de este proceso debe ser descripta en términos de “volver al lugar donde las técnicas del yo fueron eficaces”; pero al inmovilizar y dificultar la estructura depresiva la hizo rígida, repetitiva ( estereotipo) quedando en forma latente como posición básica”.

En este trabajo también especifica indirectamente a la transferencia diciendo "El perturbador de todo el contexto de conocimiento es el tercero, cuya presencia a nivel del vínculo y del diálogo condiciona los más graves disturbios de la comunicación y del aprendizaje de la realidad".  Recordemos que noción de vínculo sustituyó a la noción de relación de objeto, que en esta oportunidad definió como una Gestalt que es al mismo tiempo  bipersonal y tripersonal incluyendo la dimensión temporal.

Al escribir el prólogo al libro de David Liberman "La comunicación en terapéutica psicoanalítica" (1963) hace un enunciado equivalente:

“Otro punto de partida y que forma parte de su esquema referencial, conceptual y operativo es el de considerar al proceso psicoanalítico como un proceso dialéctico, en espiral, con la intervención bicorporal, pero siempre tripersonal, ya que el tercero "escamoteado", negado, etc., de la situación triangular aparece como el "modificador del campo" y puede ser comparado con el ruido en la teoría de la información".

En "Grupos Operativos y Enfermedad única" (1965) -trabajo sobre psicoterapia grupal- la relaciona a la técnica de grupo operativo diciendo:

"Implica el análisis de los aspectos referentes a la transferencia  en el grupo, que se expresa a través de un portavoz, quien expresa algo en relación (vínculo positivo o negativo) con el coordinador y que en un primer período es dispersa, escindida en pedazos, caótica, débil, inestable y que a medida que progresa la tarea del grupo va mostrando mayor cohesión".

También se refiere en este trabajo a la contratransferencia (transferencia recíproca en el artículo de 1970) relacionándola a los estilos de liderazgo.

En un texto anterior, "La noción de tarea en psiquiatría" (1964) articula transferencia con pretarea diciendo "En el contexto de la situación terapéutica correctora, la situación transferencial y contratransferencial ocurre principalmente en el ámbito de la pretarea". Este enunciado se hace especialmente significativo en el análisis del proceso grupal y en particular en la etapa inicial del grupo.

  En 1951 en "Algunas observaciones sobre la transferencia en los pacientes psicóticos" E. Pichon-Rivière desarrolla su comprensión de la transferencia desde un marco de referencia que incluye ideas de S. Isaacs sobre la fantasía inconsciente  y  la teoría de M. Klein sobre las posiciones esquizoparanoides y depresivas, relacionando la situación transferencial con la identificación proyectiva (es la identificación proyectiva  que configura, según mi experiencia, muchos aspectos de la situación de transferencia), mecanismos de control y apaciguamiento del perseguidor.

"En la situación transferencial el paciente repite fantasías que tuvo durante los primeros años de su vida y que constituyen el contenido profundo de la situación transferencial en lo que se refiere al impulso hacia el objeto como a los mecanismos de defensa que están incluidos como un todo en la situación".

 Esta perspectiva, aunque modificada, la volvemos a encontrar en 1970.

"Lo transferido serían fantasías incluidas en el establecimiento de los vínculos tempranos. Dichas fantasías, por obra de los procesos transferenciales, determinarían las modalidades en el establecimiento de los nuevos vínculos, produciéndose lo que Freud denomina falsa conexión".


Otras consideraciones

En el artículo que es motivo del presente trabajo E. Pichon-Rivière analiza la relación pasado-presente como instancias temporales al afirmar que la transferencia en el pasado implica el rechazo de un deseo, agregando que el rechazo se sitúa en una estructura vincular y será "provocado por un sentimiento en relación al objeto" planteando entonces que el proceso transferencial permitiría inferir las características del estancamiento en el aprendizaje de la realidad, completando esta idea al indicar que la repetición es reproducción opuesta al aprendizaje. Si seguimos una de las perspectivas que propone Freud respecto a la transferencia,  puede decirse que el contenido del deseo aparece como presente y no como pasado, que el sujeto no recuerda, que repite en vez de recordar.
Este  criterio estaría presente en Pichon-Rivière; el recuerdo como referencia del pasado es lo que le permitiría al sujeto reubicarse respecto a su deseo, al "otro" de su deseo. Pero en tanto el sujeto no tiene signos de su pasado, el deseo como afecto es vivido de modo presente ligándolo a otra persona estableciendo una "falsa conexión", un "falso encuentro", una conexión que se establece por "analogía emocional" que remite a otra situación, a otro o entre otros, en otro lugar, en un antes  que representa a la vez una situación de ansiedad. De esta manera se reactualizaría el conflicto que lo llevó a reprimir; si el sujeto recuerda, el pasado se desactualiza, lo histórico es resignificado desde el presente, reelaborando así sus experiencias anteriores.

Por último considero que es indicado incluir algunas explicaciones que sobre el concepto de transferencia en E. Pichon-Rivière hiciera Ana P. de Quiroga en algunas de sus clases al referirse al tema. Para E. Pichon-Rivière la transferencia sería un proceso presente en toda interrelación entre mundo interno-mundo externo con la siguiente aclaración: el carácter resistencial de la transferencia lo refiere al hecho de que esta se intensifique o se congele produciéndose entonces el estereotipo. El fundamento de este enfoque radica en el hecho de que no nos podemos conectar con otros sino desde los modelos previos. Desde la definición de la transferencia como "actualización de modelos vinculares inscriptos en el mundo interno" se revaloriza lo transferencial situándolo no solo en el terreno de la resistencia, debido a que no podemos aprender algo nuevo si no es ubicándonos desde lo conocido. Sería resistencial cuando se intensifica encubriendo de manera significativa una realidad externa, operando entonces como obstáculo en el conocimiento de una nueva realidad vincular.

Al concluir estas puntuaciones y recorrido sobre el concepto de transferencia en la obra de E. Pichon-Rivière, que seguramente puede ser ampliado, he tratado de mostrar una línea de pensamiento que si bien presenta modificaciones entiendo que se mantiene en lo esencial. También  destacar  cómo a través del desarrollo del concepto de transferencia relacionándolo al proceso grupal  y a la técnica de los grupos operativos, nos encontramos con un texto de cuya temática puede decirse, una vez más, que  es inherente al pasaje que hiciera E. Pichon-Rivière  del psicoanálisis a la psicología  social.

* "Una primera versión de este trabajo fue publicado en la Revista Temas de Psicología Social N° 21 Año 2002"

** Carlos Fumagalli es  Lic. en Psicología. Psicólogo Social.

*** Las "Notas al pie" de este trabajo pueden leerse en la copia para descarga, arriba

 

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